jueves, 19 de noviembre de 2009

Fechas señaladas: 20-N

Mañana se conmemora el principio del fin de ese régimen político ombliguista, corrupto y personalista que nos trajo el oro de los tontos y que acabó dejándonos una rémora democrática y económica que no sabemos cuándo se acabará. Y además de cumplirse el primer mes de Juan Enciso en la cárcel, también es el aniversario de la muerte de Franco.

Franco murió en la cama, libre e impune. Aunque no hayamos hecho nada por evitarlo, al menos esa suerte sí que hemos tenido con Enciso, que por lo menos sabemos que cuando muera habrá saldado sus cuentas con la Justicia. O estará en proceso. Eso sí, igual que Franco murió en la cama, si nos llegamos a despistar, el presidente del PAL se nos muere en La Costa, con la cabeza dentro de un plato de arroz con bogavante, como si aquí no hubiese pasado nada. Y es que no conviene abusar del marisco, que sube mucho el ácido úrico.

Los que no abusamos tanto del marisco y tenemos, por tanto, menos ácido úrico que expeler, hace un mes que asistimos a una situación de esas que son para mear y no echar gota. El alcalde-presidente de la corporación municipal del Ayuntamiento de El Ejido, Juan Enciso Ruiz, está preso en El Acebuche junto a otros personajes de su camarilla como Alemán y Galán, a los que sumamos hijos, yernos, cuñados… Toda la famiglia imputada, aunque algunas de las presuntas delincuentes pudieron pagar sus fianzas y salir a la calle. A mentirle a la gente diciéndoles que están libres. Porque la media verdad, en este caso, es una mentira: están en libertad con cargos.

Lo que sí nos es grato es saber que la gente ya no se traga toda esa mentira. El PAL se queda solo, sin los votantes que nos sentimos estafados, realmente estafados, no ya por el dinero, sino por la confianza. Nos han robado, vale, pero lo que no toleramos es que quieran tomarnos por tontos, como si no estuviésemos viendo todos lo que han hecho y dicho. Los ejidenses estamos hartos y será raro que consigan un solo voto en las próximas elecciones que no sea de alguien que no esté untado o engañado. Así de simple. A ellos les valdrá con esos, pero a los demás no. Los ejidenses queremos votos limpios y un Ayuntamiento limpio.

Pero también queremos poder volver a mear. Porque ya se nos están hinchando la vejiga y aledaños de la desvergüenza a la que estamos asistiendo. Enciso sigue sin dimitir. Su partido le hace las palmas, le acompaña al cajón y la guitarra. ¿Cómo es posible que por segundo mes consecutivo vayamos a pagar los sueldos de todos los imputados con nuestros impuestos? ¿Cómo vamos a tolerar que unos presuntos delincuentes sean quienes nos gobiernen? ¡No podemos!

Ha pasado un mes ya, cuando no tenía que haber pasado ni una semana. Esta vergüenza no se puede borrar, pero se podría dejar de alimentarla con la dimisión de Juan Enciso y con una auditoría de las cuentas del Ayuntamiento. Hasta que no consigamos eso, no podremos empezar nuestra transición ejidense.
Hacia la higiene política, hacia la erradicación de la corrupción, hacia la regeneración democrática.

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