Las comparaciones son odiosas

Cualquiera que tenga una mínima preparación en las herramientas analíticas que suelen manejar las ciencias sociales -y que no cobre un sueldo de más de 36.000 euros/año por un cargo de confianza en el que le haya colocado algún alcalde que actualmente está preso- sabría que uno de los valores fundamentales a la hora de analizar el éxito de una manifestación son los números relativos, no los absolutos. Aparte de que salvo en casos muy puntuales, el seguimiento de una convocatoria callejera no llegará nunca a un percentil de la población, lo cual también debe ser referencia a la hora de evaluar los números.

Para valorar el éxito de la convocatoria que varias asociaciones vecinales lanzaron para el día de ayer en protesta por la inexplicable permanencia de Juan Enciso en su puesto como Alcalde de El Ejido después de dos meses preso, lo mejor será compararlo con otras convocatorias de éxito.

Por ejemplo, hace un mes, cuando en El Ejido todavía no se lanzaba nadie a las calles, nuestros agricultores participaron en la multitudinaria y exitosa manifestación de agricultores y ganaderos que protestaba en Madrid contra la política del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Según la empresa Lynce, cuyo sistema para contar manifestantes es el más avanzado actualmente, hubo en esa manifestación 12.500 manifestantes. Frente a la población madrileña, de 3,213.271 habitantes, ese número de manifestantes supuso un 0,39 % de la población de la ciudad: eso es un auténtico triunfo.

Ayer se concentraron en la Plaza Mayor de El Ejido entre 500 y 700 personas (hay 560 firmas, así que por mucho que les guste cobrar dinero público por defender lo indefendible, al menos esta cifra la tendrán que admitir). Teniendo en cuenta que la población de El Ejido es de 80.987, la convocatoria congregó a un 0,61 % (si consideramos 500) o un 0,86 % (si consideramos 700). Si menos del 0,4 % se puede considerar un éxito, 20 o 40 centésimas más lo son aún más.

¿Orientación política? Pues tengan ustedes en cuenta que había gente del PP, del PSOE, y de IU. Probablemente gente afín a otros partidos también. Sin duda la clave del éxito en esta ocasión ha sido encontrar una causa justa y necesaria a ojos de todos. Esto no admite subjetividades: los vecinos de El Ejido quieren transparencia en la gestión de su dinero público, quieren que los responsables asuman las consecuencias de sus actos -esto incluye a los responsables políticos- y quieren, cómo no, una gestión limpia y democrática cuyo polo opuesto es sin duda la situación actual con un Alcalde que lleva dos meses detenido y que aún no ha presentado su dimisión.