miércoles, 16 de diciembre de 2009

Desmontando la ideología política del PAL

Es muy fácil, ya está.

El PAL no tiene ideología política. Si uno entra en su web no encontrará los estatutos. Si uno les escribe solicitándolos tampoco responden. El PAL es simplemente la tapadera legal para las actividades egotistas de Juan Enciso, su presidente; de José Añez, su Secretario General, y de una serie de concejales que se reconocen como “puestos ahí por el Chato”.

No han necesitado más credenciales que su antigua afiliación al Partido Popular. Debieron pensar que podían quedarse con la forma de hacer política aprendida ahí y sin el respaldo de un partido de ámbito nacional, con poder más allá de la punta de sus narices. Ahora debe ser cuando se estén dando cuenta de su error.

No han necesitado más que tocar al PSOE. Acercarse en las reuniones de la Diputación. Frotarles un poco por la espalda la mano manchada de mierda para, como hemos podido contemplar, señalarles la mancha con el dedo y decir “tú también hueles” en cuanto les ha sido necesario.

No han necesitado engañar a nadie. La gente les ha votado sabiendo que no tenían ningún plan, ninguna ideología, ninguna preparación. Solo tenían un nombre. Lo que no tuvieron en cuenta es que ese nombre era, para la gente, alguien íntegro. Ahora que ha demostrado ser un hombre indigno de ser el alcalde de El Ejido: un irresponsable, un mal gestor y un egoísta, la gente ya no quiere volver a votarle. Ni a él ni a su partido de gente cuya única misión era mantenerle a él a flote para sujetarse ellos.

Solo faltaría que, además, se demuestre que es culpable de los delitos que se le imputan. No sólo deberá pagar su partido la responsabilidad política, sino también la judicial: son responsables de haber permitido que siga siendo el alcalde dos meses después de su detención. Más les vale poder demostrar que su financiación es legítima al cien por cien, ya que no es de extrañar que haya sido puesta en tela de juicio por la evidente relación entre los implicados en la trama que supuestamente ha esquilmado las arcas ejidenses y el PAL.

Hay que entender que no estamos acusando al PAL de robar de forma sistemática, y si les investigan ya tendrán ellos que rendir cuentas. De lo que les acusamos es de algo que es todavía peor: de la irresponsabilidad política que ha conducido a la situación que vivimos. Su experimento de partido político ha fracasado. Ha fracasado porque no tienen nada de político. La política tiene que cimentarse sobre unas ideas claras, unas posturas definidas y, sobre todo, una inteligencia capaz de adaptar las decisiones a las necesidades de la ciudadanía en cada momento. A ellos no les han hecho falta tales cimientos porque su propósito al establecerse como partido y sus actuaciones en los gobiernos que llevan a cabo, como hemos podido comprobar en estos últimos años, ha sido otro.

Los ejidenses y almerienses en general podemos hacerles pagar las consecuencias políticas y sociales de su osadía. De ese error tan gordo que han cometido y por el que, desde luego, los que no deberíamos pagar somos nosotros.

Si tienen que pagar algo más o no, eso ya lo decidirá la justicia.

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